sábado, 14 de enero de 2012

HOY DIA PONERSE UNA INYECCION ES MUY COMPLICADO

Hoy en día los médicos ya no recetan inyecciones, están digamos pasadas de moda, la figura de toda la vida del praticante ha desaparecido,cosa muy mala, porque estamos haciendo desaparecer muchos puestos de trabajo que antes eran muy útiles y ahora no los tenemos, como por ejemplo: el sereno, el praticante, y seguro que hay muchos mas que ahora mismo no recuerdo.
Pero vamos a lo que vamos, que cuando te mandan ponerte 12 inyecciones como me ha pasado a mi, resulta que no encuentras a nadie que te las ponga.
Yo he sufrido esto de una forma, que ahora me río, pero el día que me paso, que fue hace dos días, me subía por las paredes.
Resulta que llevo 3 meses con unos dolores terribles, que van en aumento, fui al medico y me puso un tratamiento insuficiente, que cada día me dolía mas y mas, eso me ha trastornado la vida, de una manera que me ha desquiciado, porque el dolor es una de las cosas peores que se pueden tener y mas un dolor agudo que es como si llevaras un perro colgado en una pierna.
Total que toque arrebato y decidí ir a otro medico, el cual me dijo que tenia que ponerme un montón de inyecciones ,pero, ¿quien me las iba a poner?.
Después de hacer unas gestiones, que no vienen al caso, llegue con mi dolor agudo, a una clínica donde por teléfono me dijeron que si ponían inyecciones; al llagar allí, que iba con mucho dolor, me dijeron que me sentara que ya me llamarían; el tiempo pasaba y nadie me llamaba, yo desesperada, fui al mostrador a protestar, la chica me dijo que me llamaría cuando me tocara, yo me iba poniendo cada vez mas calentita y enfadada.
Juraba en hebreo, cabreada como una mona, con los nervios de punta. El resultado fue que no era un praticante el que ponía las inyecciones, era un medico chino, que le tienen en la clínica de 10 a 22 para que atienda las urgencias, a la vez ponga inyecciones y todo lo que surja.
En resumen, tarde una hora de reloj en entrar a ponerme la inyección. Cuando vi al chino (yo con un dolor intenso insoportable) y empezó a preguntarme que quería que le contara porque estaba allí yo le dije pongame la inyección que estoy hasta las narices, no puedo con el dolor; el medico chino, (como buen chino) tenia una sonrisa de oreja a oreja y no le importaba un carajo mis gritos, me decía: "calmese, señora, calmese" y al fin me puso la inyección del carajo. Reconozco que mi comportamiento no fue el mejor, porque cuando me puso la inyección, le dije: "mireme usted bien, porque es la ultima vez, que me va a ver, porque no pienso volver".
Resulto (cosas que tiene la vida) que ilusa de mi, yo creí que encontraría otra clínica para ponerme las inyecciones, pero resulto que solo había ese sitio, con lo cual, al día siguiente tuve que volver donde el medico chino, con las orejas gachas.
El medico chino esta vez se rió de mi, "señora ha vuelto" y yo con mucha guasa le dije, "claro es que usted pincha muy bien" , el sonrío, luego le di todas las explicaciones del mundo, y me disculpe. Cuando salí de allí pensé que el dolor nos vuelve fieras y que me tenia que tragar mis palabras cosa que una esta acostumbrada cuando la cosa lo requiere.
Moraleja: no digas "esto no lo voy a volver a hacer " porque esas palabras pueden caerte en plena cara.
Lo que si es verdad que veo este mundo, muy difícil,cada vez cuesta mas hacer cosas cotidianas. Cada vez quitamos mas puestos de trabajo, que deberían seguir, porque seria bueno para nuestro cotidiano.

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