miércoles, 20 de marzo de 2013

YA PASO LA BODA

Tenia que escribir este articulo, pero he tenido que dejar pasar unos días, porque mi estado de animo no era el mejor, para contar nada.
¿que como se paso el 9 de marzo?
Para empezar, el estado del tiempo, no era precisamente el que yo había imaginado,como los días anteriores estuvo lloviendo y haciendo frío, la cosa no mejoro demasiado. Esa mañana  nos levantamos en familia a las 8 porque teníamos muchas cosas que hacer, en esos momentos el día no podía ser peor, llovía a mares, el cielo estaba negro y la luz era tan gris que entraban ganas de llorar. Yo anime a mi hija y le dije que ya vería como la cosa se arreglaba, que cuando fuera un poco mas tarde seguro que hasta salia el sol.
Le decía "no te preocupes que yo he hablado con mis ángeles de luz que nos protegen y ya veras como no nos van a fallar". Y la verdad que poco a poco  fue mejorando y se quito la lluvia. Salio un tímido sol, que no calentaba nada, porque la temperatura era mas bien fresquita.
Nos fuimos a la peluquería a peinarnos y maquillarnos.
Todo transcurrió como tenia que transcurrir, estaba todo muy bien organizado, al milímetro, y todo se fue sucediendo como estaba previsto, sin ningún contratiempo.
Mi hija estaba nerviosa y yo estaba al principio muy nerviosa y no paraba de sudar, y luego me dieron una bendita tila, que la verdad me vino de maravilla.
Pase de estar como un flan a estar como si todo lo que ocurría no fuera real, como si todo fuera un sueño y de un momento a otro me iba a despertar.
Estábamos en plena ceremonia y yo pensaba "mi hija se esta casando" que alucine, la miraba y me llenaba de emoción, la veía tan guapa, tan resplandeciente; la verdad es una experiencia que para mi, ha sido alucinante. Jamas pensé que la boda de una hija fuera una experiencia para mi, tan fuerte, había en mi, todo tipo de sentimientos buenos, pero sentimientos desordenados y nuevos para mi. Jamas pensé que pudiera sentir todo lo que sentí, ese día. Yo que creía que ya lo había experimentado casi todo y que nada me iba a sorprender.
Y ya lo creo que me sorprendí, pero para bien.
Incluso yo que pensé que las bodas se hacen muy pesadas porque duran un montón de horas, podéis creer que empezó a las 8 de la mañana (cuando nos despertamos) y acabo cuando yo llegue a mi casa a las 5 mas o menos pero de la madrugada.
Con lo que me gusta comer, casi no comí; tampoco bebí, yo estaba solo pendiente de mi hija, la buscaba con la mirada, para comprobar que se lo pasaba bien, también buscaba al novio, que cuando mi hija entro en la iglesia del brazo de su padre, yo le miraba a él que estaba al pie del altar y jamas voy a olvidar, la cara que ponía totalmente emocionado, alucinado quizás de verla tan guapa. (esa imagen me dio a mi una felicidad tremenda).
Yo la verdad estuve toda la boda, como en un sueño, estuve para acá y para allá, pero no podía parar con nadie en concreto, ni comer ni hacer nada concreto. Pero me lo pase bien de ver a mi hija tan feliz.
La boda se acabo, como en los cuentos, y colorín colorado.
Los novios ya marido y mujer, en viaje de novios como debe ser, y todavía siguen allí, maravillosamente encantados de haberse conocido.
En un sitio muy vello, que aunque alguno le pese , allí siguen para tener un recuerdo que nunca van a olvidar.
Por hoy lo dejo, y el próximo día os contare lo que vino dos días o un día después de la boda.
Que no os lo podéis perder porque tiene mucha mucha miga.

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