Lo importante son muy pocas cosas en la vida; pues la mayoría de las cosas que nos pasan estaban ya programadas y de una forma u otra tenían que suceder, es el DESTINO.
Tenemos que pasar por situaciones que aunque a menudo, no las comprendemos o nos parecen dolorosas, tienen que ser así, para aprender, o bien, para tener esa experiencia, que nos haga que pensar.
Si nos escucháramos un poco mas a nosotros mismos, empezaríamos a comprender muchas cosas que nos suceden, que nos parecen injustas pero que en el fondo pasar por esas situaciones nos enriquecen y nos hacen crecer como seres humanos.
En mi opinión, se aprende mas del sufrimiento, que de las alegrías.
Yo creo que las alegrías que en el fondo son muy poquitas, son como pequeños premios, que nos dan para que no todo sea sufrir.
A menudo, el ser humano se preocupa por casi todo. Cuando en realidad es una perdida de tiempo y energía.
Ya que como he dicho antes, nos pongamos como nos pongamos, lo que pasa va a pasar queremos o no; porque es nuestro destino.
Esto tiene también su parte buena, por lo menos yo se la saco, nada de preocuparnos tanto de las enfermedades que nos van surgiendo, puesto que sabemos que nos pongamos como nos pongamos, si tiene que ser será.
Esta teoría me da una gran tranquilidad, porque para que preocuparme tanto de la enfermedad.
Hay que darle la vuelta a las situaciones que nos parecen terribles.
Yo a base de sufrir mucho por adelantado, he comprobado que la gran mayoría de las veces no se ha cumplido lo que yo pensaba, sino que a la hora de pasar las cosas, todo ha sido mucho mas llevadero de tanto como me he adelantado sufriendo.
Total que la conclusión en esta ocasión, es que somos muy poco libres, que nuestra vida esta toda programada por nuestro destino y que lo que de verdad hay que hacer es quitar importancia a todo lo malo que nos va sucediendo, porque por mucho que nos cueste entenderlo después de lo malo viene lo bueno.
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