Hoy día la imagen cuenta mucho, nuestra imagen física, es la targeta de visita, primera que todo el mundo puede ver, por esa imagen sin duda alguna, te juzgan los demás, lo cual es muy injusto, porque las apariencias engañan.
La forma en que nos vestimos, el pelo como lo llevamos, los complementos que nos ponemos, dice mucho según los expertos de nuestra personalidad.
Este aspecto que damos o que queremos dar, tampoco es real porque curiosamente, una cosa es como nos ven los demás y otra como nos vemos nosotros a nosotros mismo.
Es igual como cuando nos vemos y escuchamos en una gravacion,nos estrañamos tanto, es increíble pero no nos solemos gustar.
La gente como yo que somos presumidas, hasta lo mas tonto que nos ponemos, nos alegra la vida, el sentirte con una idoneidad distinta de los demás, es lo que mas me gusta,aunque ya tango que ir teniendo cuidado, porque tampoco hay que rozar, en ser esagerada.
A mi no me gusta vestirme como las señoras de mi edad, yo tengo mis años, pero no me identifico nada con ellos, no no es el típico sentimiento que no quiero hacerme mayor, se trata mas bien, que estoy con la boca abierta de pensar que desde que yo nací a pasado ya tanto tiempo. Incluso me parece que estoy viviendo dos vidas dentro de una . Es difícil de explicar.
La mayoría de las mujeres, cuando estamos mal, nos compramos algo de ropa y nos vamos a la peluquería; después de haber echo eso miles de veces, me he dado cuenta que eso no soluciona la tristeza, todo el malestar o bienestar que tenemos por dentro y que sentimos, la solución nunca es material, esa es la cuestión.
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