Yo quisiera estar por dentro tranquila y relativamente feliz, pero mi forma de ser me impide muchas veces lograrlo.
Todo me preocupa, le doy muchas vueltas a las cosas, los problemas de los demás, los hago tan mios, que sufro mucho, yo creo que mas que el que tiene el problema. Luego resulta, que como me entrego tanto, cuando estoy con la persona que me obsesiona, me siento, como que no es para tanto, y que yo una vez mas, sufro en demasía, a lo tonto, en cima si me descuido, esa persona, o me hace un feo, o me da de lado.
Total que al final me siento, como que me están tomando el pelo y eso es una de las cosas que puede crear en mi una gran tristeza, y una gran bajada de autoestima.
En resumen que la mayoría de las veces me siento mal tratada por los demás, cuando yo veo que el mundo, va mucho a lo suyo, y es poca la gente que se molesta por otra.
Lo peor de esta vida, es sentirse que los demás no hablan tu idioma, y que por mucho que te esfuerces, eres mirada con lupa.
Yo no quiero hacer daño a nadie, pero creo que cuando me siento en cierta manera plato de segunda mesa, me da tanta rabia que esa rabia se me convierte en maldad.
Bueno esto es complicado de entender, incluso lo podéis mal interpretar.
Yo me veo buena gente, incluso creo que soy escesivamente complaciente. Pero me han dado tantos chascos, que estoy muchas veces a la que salta.
He llegado a un punto, que mi meta es no hacer daño a nadie, pero tampoco que me lo hagan a mi; y creerme es complicado conseguir este equilibrio.
Conclusión la vida no es complicada; los complicados somos los humanos.
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