viernes, 11 de febrero de 2011

EL MUNDO DE LAS VACACIONES

Cuanto pensamos en ellas durante todo el año, ponemos todas nuestras espectativas en esos pocos días. Y cuando llegan y estamos en el lugar de destino, lo hemos puesto todo tan magnificado, que en el fondo acaba por desilusionarnos.
Se pueden ejecutar muchas formas de hacer vacaciones; de hotel de camping, alquilar un apartamento, ir sin reservas y pillar lo que surja, en fin un sinfín de maneras, que cada una no tiene nada que ver con la otra.
También la actitud cuenta, si queremos descansar, si queremos ver sitios , si queremos playa y salir de noche, y también puede ser si queremos un poco de todo. Pero lo mas importante, que quiero decir es que no debemos magnificar tanto las vacaciones, como si fuera nuestra vida en ello, porque luego esas maravillas que nos imaginamos nos dejan con gran desilusión.
Las primeras vacaciones que yo recuerdo así importantes fueron en un hotel en el sur, digamos que era nuestro primer año, que íbamos a un buen hotel.
Ya el viaje fue especial, porque nos fuimos en tren en coche cama,y eso nos encanto, porque fue por la noche, y tuvimos unas literas y un pequeño wc, para nosotros solos, era todo chiquitito, como una cajita de esas antiguas, y el tren que era muy largo tenia, una pequeña cafetería. Muy decorada, tipo película antigua.
Cuando el viaje termino, teníamos que cojer un autobús que nos llevaría a un pueblecito donde estaba nuestro hotel, en primera linea de playa. El caso fue curioso, porque llegamos a la estación de autobuses nos acercamos a la ventanilla, para sacar el billete correspondiente, y resulto ser que (como España es diferente) solo había un autobús por la mañana y otro por la tarde, y el de la mañana ya había salido. Al decirnos eso el señor de la ventanilla casi casi nos ponemos a llorar, nuestra entrada en el hotel empezaba a las 12 para que nos dieran una habitación, (y claro está la queríamos con vistas al mar) y llegar prontito. A parte habíamos cogido pensión completa, parecido a lo que hoy se llama un todo incluido.
El hombre de la ventanilla que estaba allí pendiente de lo que decíamos fue sorprendente y dijo.
-Saben lo que les digo, que no se preocupen que yo ahora mismo cierro la ventanilla y les llevo en mi coche, que esta muy cerquita. Y dicho y echo, Así son los andaluces, nos llevo al hotel, y una vez allí le invitamos a un refresco, porque el hombre no nos quiso cobrar nada.
La verdad que el hotel fue para nosotros de ensueño, el hall, majestuoso con unas grandes escaleras de mármol blancas, de caracol, no se, todo nos pareció como de película.
El hotel tenia de todo, salas de estar,salas de juegos, una estupenda piscina con su bar a pie de playa, donde por la noche se hacia baile, la habitación muy grande y con unas vistas maravillosas con su terracita para dos , y un baño con su bañera grande.
Como buenos novatos que eramos, nos habíamos llevado mucha ropa, que la verdad ninguna falta hacia todo eso; asi que para aprovecharla a cada rato nos cambiabamos de indumentaria, un estilismo cada rato según donde fuéramos, yo creo que fue un verano perfecto, porque vivimos todo aquello no se si como dos paletos, o como dos actores que pertenecíamos a una película, ah! se me olvidaba hasta montamos a caballo, al lado del hotel los alquilaban para turistas, y nosotros allí con la melena al viento en un caballo blanco maravilloso.

No hay comentarios:

Publicar un comentario