LA FAMILIA; LOS AMIGOS; LOS CONOCIDOS

Son tres formas de relacionarnos los humanos, muy diferentes, pero con un denominador común. Aprender a convivir y relacionarnos.
Empezamos con la familia, no la elegimos, nacemos en una familia que quizás (si elegimos desde el otro lado) pero con un fin concreto. Ese tipo de familia es la que conviene a nuestra alma, para aprender una serie de cosas, que seguramente con otras personas no podríamos aprenderlo; todo esto tiene su explicación dando por echo que aquí, a este mundo venimos una y otra vez, hasta que pasamos por todas las experiencias posibles para hallar la perfección y subir luego los escalones que llegan a Dios.
Y dicho esto, ya hemos nacido en una familia que es la familia que yo llamo de PATA NEGRA, formada por padres hermanos etc etc...
Luego está la familia que creamos con nuestra pareja, que está formada por hombre mujer e hijos (esta es la convencional de toda la vida, ahora esto ha variado a otros modelos).
La familia de pata negra, es la fundamental para tener una buena o una mala vida.
Dicen que hasta los 7 años se forma nuestro carácter, y nuestra forma de ver las cosas. Gracias a ese modelo de padres y hermanos y de todas nuestras circunstancias en la niñez, nos sentimos personas fuertes y con principios, o nos sentimos débiles e inseguros. Esta claro todo depende de lo que hayamos vivido de niños. Luego esos conceptos fuertes o débiles nos marcan a fuego, para cuando formamos la familia elegida por nosotros,(la de nuestra pareja y la de nuestros hijos), si no hemos sido felices, en la familia,  cuando eramos niños, dificilmente podremos hacer un hogar feliz.
¿Porque?.
Normalmente si hemos tenido una infancia dura, trataremos de llenar de caprichos a nuestros hijos, y entonces estamos metiendo la pata (porque saldrán unos niños caprichosos) y eso no es bueno, porque nosotros por mucho que queramos no podemos hacer lo que nos gustaría, (meter a nuestro hijo en una urna (para que nadie le haga daño), veis ese es otro mal concepto, ya que él tiene que crecer equivocarse y hacerse fuerte y encontrar su felicidad.
Luego están los amigos, QUE ESOS SON UN TESORO, sobre todo cuando dura toda una vida, y pasáis juntos todas las épocas buenas y malas de la vida, que parece que no, pero son muchas.
Con una amiga, solamente necesitas escucharla aunque sea por teléfono, dos palabras y ya sabes como se encuentra anímicamente. Eso para mi es una maravilla, es como magia.
Os tenéis unos a los otros siempre y estan ahí en los malos momentos.
La gente a este respecto, miente mucho, porque alardean de que tienen muchos amigos, (es mentira solo se tienen dos y ya).
Yo, la amistad, la veo mejor que la familia muchas veces, porque habiendo mucho cariño, como en la familia, no esisten intereses creados, por ejemplo yo con mi amiga tengo tanta confianza, que ella va a ver una peli y yo otra en el mismo centro comercial, y luego nos juntamos a tomar algo, tan contentos, no nos sacrificamos por tonterías, si hay que sacrificarse alguna vez, será por hacerle una atención no por cumplir.
Los conocidos son muchisimos, hay quien a esos les llama amigos y con el tiempo pueden llegar a serlo, pero eso con el tiempo.
Si esas personas de verdad te quieren y las circunstancias de la vida te lo ponen fácil, porque a veces pasa gente por tu lado, (les llegas a querer) y a veces la vida te los quita de tu camino.
Eso es otro tema que tiene mucho que ver con el destino de cada uno, ya hablaremos de ello, pues merece un articulo aparte.
Dentro de los conocidos, están los conocidillos que son gente, que sabes poco de ellos y ellos de ti, pero que también tienen un papel en nuestras vidas, y si los conocemos no es por casualidad, es gente que aprecias, que a veces se sienten tan mal que te cuentan un buen día su pena, porque en ese momento los que les consuelan no están a mano, (es esta vida que se lleva hoy, todos tan ocupados).
Cuando dás ánimos a alguien de estos llamados conocidillos, te sientes muy bien, porque en ese momento estas ayudandole de alguna manera, y cuando es al revés(que también pasa), te reconfortan.
La moraleja en esta ocasión para mi es:
Todos nos necesitamos.
Volvemos a lo de siempre.
Lo malo, es haber perdido a todos ellos, cuando se van.